En México existe es subcultura infravalorada que mueve a un país entero. Son los chicos de los 90s y quizás algunos veteranos del año 2000. (Lo anterior era un chiste)
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Hablemos de privilegios de Godín
Ser un Godín en estos tiempos ha dejado de ser una burla, para considerarse un privilegio. El hecho de tener una cafetera cerca, es una ventaja de las que pocos pueden presumir. Por lo tanto, hablemos de todas esas cosas que nadie dice para evitar perder esos pequeños privilegios.
Estar en la oficina o dentro de un local
Uno de los privilegios más apreciados, es la bendición de tener aire acondicionado en la oficina. En un país donde las temperaturas son extremas, entrar a una oficina fresca y climatizada se convierte en un paraíso.
Mientras afuera el sol arde implacable, adentro se disfruta de un clima controlado que hace más llevadera la jornada laboral. Este pequeño lujo contribuye a un ambiente de trabajo más cómodo y productivo.
Otro aspecto que pasa desapercibido, pero es vital para los Godínez es el espacio personal en el escritorio. Ese rincón propio, donde se pueden colocar fotografías de la familia, pequeños adornos y notas motivacionales. Ese pequeño espacio puede parecer irrelevante, pero yo lo consideraría un santuario personal.
Perder el tiempo en actividades que no nos interesan
Las empresas suelen ofrecer capacitaciones, cursos y talleres que permiten a los empleados adquirir nuevas habilidades. Sin embargo, las reuniones de equipo, a menudo vistas como un mal necesario.
Más allá de la agenda oficial, estas reuniones son oportunidades para socializar, compartir ideas y fortalecer la camaradería. Por lo tanto, intercambiar opiniones antes y después de la reunión, son esos pequeños ratos para perder el tiempo.
Tomarse unos minutos más durante el lonche
La hora de la comida también es un momento crucial en la vida del Godín. Además de ser una pausa necesaria, es el momento perfecto para chismear y comer del lonche de los compañeros.
Este tiempo es también una oportunidad para relajarse y desconectar brevemente del estrés laboral. Incluso, podemos aprovechar para dormir esos 20 minutos que nos dan la energía para no dormir en la noche.
Así también, los eventos y celebraciones organizados por la empresa son otro privilegio destacado. Ya sea la fiesta de fin de año o un cumpleaños, estos momentos ayudan a romper la rutina y relajarnos.
Además, participar en estas actividades permite disfrutar de un momento agradable y también fomenta el espíritu de equipo.